Bienvenidos a una nueva
entrega del anime de su héroe favorito de la temporada, el Tate no Yuusha. ¿Qué? ¿Esperaban bromas sobre BNHA ahora que
han soltado un par de teaser e imágenes promocionales de la siguiente
temporada? Bueno, el capítulo de esta semana vemos como Naofumi y su grupo
se van a Cal Mira, a subir un par de niveles, para prepararse para la siguiente
ola, formó un grupo temporal con dos personajes de lo más interesante… ¿No iban
el resto de los héroes con Naofumi también? Ellos no se llaman, por este
capítulo.
El capítulo comienza en el
camarote que le indicaron a Naofumi que debía compartir, con las presentaciones
de ambas partes, el duo de L’arc y Therese y el grupo del Tate no Yuusha,
aunque cuando Naofumi dice su nombre, el par que había llegado primero a la
habitación se muestra escéptico y creen que les están jugando una broma, que el
muchacho frente a ellos está ocultando su identidad.
Estaban conversando lo más
bien, cuando tocan la puerta de la recamara, buscan a Naofumi, y le piden que,
junto con el resto de los héroes les dediquen unas palabras de aliento a la
tripulación, para subir la moral. Pero lo que encuentra al llegar a la borda es
lamentable, los otros tres héroes están recostados sobre la borda, afectados
por el vaivén del barco. Naofumi trata de aprovechar el momento para decirles
que sus palabras le ayudaron y que los menús de refinamiento aparecieron por
creerles, por lo que si hacen lo mismo, todos podrán abrir los mismos… Pero
ninguno de los otros héroes se encuentra en condición de escucharle.
Para más remate, Filo, quien
aprovecho el descuido de Naofumi para meterse al mar, cazar un par de
pececillos para la cena y dejar la cubierta pasada a pescado, empeorando el
mareo del resto de los héroes, sorprendiendo de paso a Naofumi por el hecho de
que Filo supiera nadar. Poco después son alcanzados por L’arc y Therese,
quienes quieren hacerle un pedido a Naofumi, la chica, tras escuchar de nuestra
querida Raphtalia que Naofumi es un buen joyero, bien Raphtalia, haces bien en promocionar a tu amo, le pide que le confeccione una con alguno de
los materiales que ella posee. Naofume revisa lo que posee Therese y encuentra
una piedra que le llama la atención, decidiendo usarla para el trabajo. Cuando
les explicó las condiciones en que trabajará, L’arc se da cuenta de la
proximidad del mal tiempo, al percatarse del movimiento de las olas,
encendiendo las alarmas de los héroes mareados.
El viaje termina sin
contratiempos, salvo por el hecho de que en el desembarque vemos como los
héroes mareados son sacados en camillas y llevados a la enfermería o clínica de
la isla para que se recuperen, tranquilos,
no van a demorarse nada en aparecer para fastidiar. Naofumi recibe la
bienvenida por parte del encargado del archipiélago, Havenburg, quien lo
acompañará para mostrarle sus aposentos, en el recorrido se nos habal un poco
del archipiélago, lo que supongo esto fue contado a Naofumi mientras se
dirigían a los aposentos del héroe, y volvemos a ver a Naofumi y su grupo
frente a una estatua hecha por los nativos y una inscripción hecha por los
héroes, la cual Naofumi prueba en Filo, pero no sin antes leer las reglas de la
caza para el farmeo de exp, el resultado, un aura que mejora las
características de Filo, y la filolial prueba sus nuevas capacidades dando un
gran salto.
Esto sirvió para que L’arc y
Therese los vieran, el joven les dice que está un poco sentido porque partieron
sin ellos, pero bueno, eso pasa por no creer que tienen delante al Tate no
Yuusha, le recuerdan que están viajando juntos y que acordó en formar equipo
para levelear. Pero Therese propone que por hoy vayan por separado, para que se
habitúen a las islas y que mañana se unan, aceptan esa proposición y cada uno
sigue su camino.
El leveleo va bien, Naofumi
se sorprende de la cantidad de exp que sueltan los monstruos, siendo
considerados muy débiles por nuestra querida Raphtalia, quien pierde un poco la
motivación, en eso, Naofumi nota que la experiencia que reciben bajo a cero, y
la razón se asomaría pronto, Itsuki aparece y también lo haría Motoyasu y su
grupo, al igual que Rem. Cada uno de ellos empieza a exigir que se vayan de la
planicie, acusando que llegaron primero a esta zona de caza, Naofumi, aburrido,
decide dejarlos pelear solos.
En otra isla, encuentran
monstruos más fuertes, obteniendo bastante experiencia, pero así como ellos van
creciendo rápidamente, las armas de Filo y Raphtalia se están desgastando a la
misma velocidad, haciendo la observación de que deberán ir a equiparse para la
siguiente ola, generando las alarmas en nuestra querida Raphtalia, pero Naofumi
la calma y parte a ver que dropeo el boss que aniquilaron hace poco. Aplica lo
que Rem le ha dicho y craftea sin esfuerzo un par de armas provisorias para las
chicas.
Ahora vemos como Naofumi,
Raphtalia y Filo están tomando un descanso, sentados frente al fuego, admirando
el buen loot conseguido de las criaturas nocturnas, nuestra querida Raphtalia
se preocupa por su amo, quien le menciona que tiene algo de cansancio por la maldición
del sacrificio de sangre, pero busca bajarle el perfil mencionando que aún
puede seguir y que los monstruos de la isla no son tan fuertes, y cuando
Raphtalia iba a rebatirle sienten ruidos desde las plantas cercanas. En eso, se
asoma una guadaña, y su portador es ni más ni menos que L’arc, junto a Therese,
ambos han venido a buscarles, preocupados porque aún no aparecían. Therese les
explica que la tripulación estaba preocupadas porque no volvían, y Naofumi se
sorprende de que L’arc lo haya venido a buscar, e incluso, que lo trate de
conocido.
Naofumi y su grupo, tras
haberlos escuchados, deciden volver, y se va de copas esta noche con L’arc y
Therese, la escena es muy buena, Filo se la pasa bien cantando, junto a los
músicos, siendo animada por Motoyasu, vemos también que ha Naofumi no le va mal
con la bebida, siendo detenido cuando se comía las frutas de las que extraen el
alcohol. ¿Cómo les va al resto? A L’arc nada de mal, Motoyasu cae vencido por
una de esas frutas, Nuestra querida Raphtalia se ve afectada, pero no hace
escándalo, reta al caballero que acompaña a Itsuki a un duelo de vencidas
cuando este le va a molestar, está vez fue por accidente, y le gana, celebrando
ante los espectadores.
A la mañana siguiente se
reúnen con L’arc y Therese, le hace entrega de la joya encargada a la muchacha,
quien llora de felicidad al verla, los demás no logran entender el porqué, e
incluso, Therese le reprocha a su compañero el que se atreva a preguntarle si
la joya vale sus lágrimas. La muchacha paga a Naofumi por el trabajo realizado,
interrumpiendo la explicación sobre los materiales que uso para confeccionar la
base, y entregándole una bolsa llena de monedas de oro, bastante pesada, según
logro escuchar.
Naofumi calma a la mujer,
quien busca que L’arc le entregue todo su dinero a Naofumi para completar el
pago, diciéndole que puede pagarle más tarde, que ahora vayan a levelear. Y
llegan a la isla de los pingüinos asesinos, aquellos que buscan venganza contra
Mario por tirar su hijo al vacío. Un emocionado L’arc acaba rápidamente con
uno, siendo el impulso para que el grupo empiece con la caza. Después de un
rato, sienten que les cuesta subir de nivel, por lo que el joven de la guadaña
les sugiere ir a por el jefe de la isla.
El grupo se enfrenta de
buena forma al boss, lidiando primero con los pingüinos pequeños, el plan que
trazaron consistió en que Naofumi reúne a los minion del jefe y Therese los
liquida, para abrirle el paso a L’arc, Raphtalia y Filo, quienes se encargan del
pajarraco gigante. Therese barre a los pingüinos lanzando una fireball, aquí es
cuando vemos que Therese pertenece a la escuela de evocasión, ya que es capaz
su magia es capaz de impactar en áreas que están siendo ocupadas por aliados
sin dañarles, aprende Tío Efe.
Finalizan la jornada repartiendo el loot, y vemos como ambos están extrañados
por un par de objetos en particular que ha soltado el pingüino.
Al llegar de vuelta a la
isla principal, en la estatua deciden separarse, y acuerdan que mañana cada uno
vaya por su parte, pese a que Naofumi les extendió la oferta de seguir
leveleando juntos. Ya habiéndose retirado L’arc y Therese, nuestra querida
Raphtalia le comenta a Naofumi que esta feliz de que haya sido él que les
prepusiera seguir cazando juntos y, para sus adentros, Naofumi ve la
posibilidad de pedirles a ambos que se unan a su grupo para una vez termine la
temporada de leveleo en Cal Mira.
Al día siguiente Naofumi y
sus chicas se toman el día libre,bonitos trajes de baño son los que llevan Raphtalia
y Filo, pero Naofumi solo piensa en una cosa, los trajes de pingüino que ha
recolectado del día anterior. Para su suerte, Filo aparece con una gran
noticia, ha visto bajo el agua una isla color rojo, con un gran edificio en
ella, por lo que Naofumi tiene la excusa perfecta para usar su traje nuevo.
Aunque a Raphtalia no le parece, ya que ella quería lucir su bonito traje de
baño para su amo, pero bueno, ya los estamos viendo que van bajo el agua.
Logran alcanzar la puerta del edificio que Filo vio, pensando que sería
imposible abrir las puertas, Naofumi consigue sin esfuerzo hacerlo, y de paso
el escudo brilló.
Dentro, hay aire, por lo que
se sacan los trajes, para su sorpresa, se encuentran con un reloj de arena de
los dragones, y al activar el escudo, Naofumi se aterra al enterarse que la
siguiente ola programada para Cal Mira es en dos días más.
Entretenido capítulo, me reí
mucho de los otros héroes, los dejaron como pollos, y Raphtalia sigue
imponiéndose ante el caballero de Itsuki, ya van dos a cero a favor de la chica
mapache. Yo pedía cuarta ola, y me darán cuarta ola, pero la de Cal Mira, no la
del reino de Melromarc, no me quejo. Por fin vimos que todos lo dicho por los
héroes, tal vez lo de Motoyasu en verdad no sirva, sobre el refinamiento de las
armas legendarias es verdad y Naofumi ha tratado de decírselos, sigue
intentando cumplir su promesa con Fitoria. Hasta aquí por hoy, yo me despido,
esperando que a ustedes les haya gustado el capítulo tanto como a mí, nos
reencontramos la siguiente semana, adiós.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario