Hitoribocchi capítulo 10

Estamos de regreso una semana más con el artículo semanal que siempre me deja con la necesidad de clavarme una aguja… De insulina, Hitoribocchi, capítulo 10, donde vemos a Bocchi en su habitual dilema, se le pasa el tiempo y no ha hecho amigos en lo que va de este semestre. Pobre Bocchi, me recuerda a alguien, sí, al Tío Efe que dice que escribirá los artículos el fin de semana para no estar atrasado pero se queda en cama viendo anime… ¡Eso no tiene nada que ver!, en fin, un buen episodio, que nos sorprendió a varios por la sucesión de hechos que ocurrieron.

El capítulo parte con Sotoka reconociendo el frío que está haciendo en esta época del año, por lo que, para capearlo, se pone a correr. Está de camino a la escuela, y al poco andar se encuentra con su maestra y ella le cuenta que hoy ella es una versión de Bocchi mucho más fuerte de lo que ha sido antes, la “¡Supérfuerte Bocchi!”, ya que tiempos así lo requieren. Ha pasado casi todo el segundo semestre y están ad-portas de las vacaciones de navidad, y Bocchi no ha conseguido hacer ningún amigo nuevo, por lo que Sotoka, al ver la determinación de su maestra, no quiere ser menos y se le une en la causa.

Ya en clases, a Sotoka se le ocurre que es buena idea que Bocchi vaya a ratificar su actual yo ante Nako y Aru, para que tenga un poco más de confianza, pero como ha sido la tónica de este anime, no resulta, teniendo un cuestionamiento por parte de Nako, cuando esta no cree que pisar los talones de sus zapatos la haga fuerte, y un complejo de inferioridad al enterarse que Aru baña todas sus comidas con mostaza, algo que a Bocchi le costó mucho hacer hoy.

Cuando Bocchi se va a su pupitre, desanimada, vemos como Sotoka, quien ya tiene a Nako tomada de la mano, acarreándola, se lleva a ambas amigas a conversar fuera del aula. Allí les explica el actuar de Bocchi, y sus amigas la comprenden, y rápidamente pasan a otro tema, el hecho de que Sotoka se haga amiga de Bocchi, el drama de los últimos 4 episodios, pero la rubia sigue con el mismo dilema, devanándose el dejar de ser su aprendiz para ser amiga de su maestra, y lo pensó, y lo pensó, tanto que no pudo decidirse antes de las vacaciones y continuo en ese mismo estado hasta el inicio del nuevo año.

Las chicas se reunieron para ir hacer la primera visita al templo, allí están viendo los distintos puestos y pensando que comprar, cuando a Aru se le ocurre que todas compren algo que puedan compartir entre ellas, pero no resulta, ya que tanto a Nako como a Sotoka se le ocurren cosas que no sirven para aquel propósito, y para mostrar el ejemplo, Aru compra algodón de azúcar, pero bueno, el destino no quería que la idea de Aru fuera plausible, haciendo que un fuerte viento se lleve el dulce de la chica.

Cuando van a orar, Sotoka le explica a Bocchi como es que se debe hacer, recitando en voz alta lo que uno hace al orar, pero, para sorpresa de Aru, alguien más haría lo mismo, Kako-chan, sí, la miembro del comité de disciplina al parecer tampoco sabe orar. Esto hace que las chicas tengan un momento para saludarse y hablar un poco, se desearon el año nuevo, pidieron sus deseos y Kurai se marcha, diciendo que tiene más asuntos que atender.

Cuando Bocchi estaba hablando sobre querer ser amiga de Kurai, Sotoka estaba a punto de pedirle ser su amiga y dejar de ser su aprendiz, cuando Bocchi divisa que están Onako y Kurie, las chicas con las que trabajó en la clase de cocina, a lo que Bocchi parte para disculparse con ellas por lo hecho en esa clase, pero lo hace al estilo de Bocchi, a varios metros de distancia y sin que las aludidas se percaten de su acción, pero termina siendo vista por el par, a lo que es saludada por estas, Bocchi intenta sacar a colación sus asuntos, pero es interrumpida por una de ellas, invitándola a salir a comer panqueques, la otra solo actúa kawaii, Bocchi acepta, pero quiere salir siendo amigas, por lo que les pide a ambas que sean su amiga.

¡Sí weón! Llore con esta parte, pero no es mi culpa, fue muy lindo momento. Bocchi se termina desmayando de la emoción de haber hecho dos amigas a la vez, debió ser algo fuerte para ella, generando la sorpresa y la alegría en su grupo de amigas, quienes tienen que acudir a ayudar a Bocchi. Descansando en una banca, Aru se disponía a tomarle una foto a Bocchi para enviarse la a Kai, con quien cambió información de contacto durante su visita al karaoke, siendo esto contado a Nako solamente, cuando el algodón de azúcar de Aru vuelve a ella, cayendo sobre su teléfono, milagro de año nuevo.

Ya de vuelta a las clases, vemos como en el primer día las cosas cambian sustancialmente, Bocchi, al entrar en el salón, es saludada por Peko e Ito, y, despertando los celos de Sotoka, Bocchi  les responde con más confianza que a su aprendiz. Y Sotoka, al sentir esto, decide acudir con la mejor persona, con nuestra querida Aru. Y bueno, también se llevaron consigo a Nako, es momento de volver a sentarse en las escaleras y escuchar los lamentos de Sotoka, pero esta vez hay algo más concreto en los argumentos de la rubia, ella y Bocchi se conocen por más tiempo, por lo que es justificable sus celos, aquí es cuando sus amigas le dicen que si no está decidida en dejar de ser su aprendiz, puede pedirle a Bocchi que la trate con más confianza.

Cuando ven que Sotoka fracasa y está se desanima a tal punto en que su amiga deja de hablar japonés y solo responde solo en ingles, Nako y Aru deciden intervenir, generando una instancia en que ellas puedan dar ese paso, por lo que Aru se acerca al puesto de Bocchi para encaminarla a ello, pero las cosas se salen un tanto de control, y terminan invocando a Mieru, provocando el ataque de risa de Nako, pero como hemos visto en otras ocasiones, se contiene mamá Nako, y le da el empujón a Aru para que ella pueda sacar a colación su asunto, indicándole a Bocchi los deseos de Sotoka.

Tras escucharla, Bocchi le agradece a Aru por interceder entre ellas, y así, junto a Nako, Bocchi se dirige a la azotea para encontrarse con Sotoka. Allí, gracias a un nuevo shuriken que Bocchi hizo utilizando origami, rompe el hielo, generando la emoción en Sotoka por querer aprender a hacer algo nuevo. Y vemos como empiezan sus primeros intentos de estas dos amigas para hablarse mutuamente con confianza, pero el escucharlas resulta incomodo y forzado, por lo que Sotoka no está al 100% conforme, generando un nuevo encuentro en las escaleras con Nako y Aru.

Ellas dos escuchan como Sotoka se queja porque no puede llamar a Bocchi “maestra”, a lo que ambas le preguntan a la rubia si acaso eso no es lo que quería. Finalmente Nako logra dar con las palabras correctas para impulsar a Sotoka a que ésta, de una vez por todas enfrente su corazón y que, está vez pensando en que realmente lo desea y no pensando en que eso ayudaría a su maestra, decida dar el paso de ser amiga Bocchi y terminamos viendo a una decidida Sotoka ir a buscar a su maestra.

Y al encontrar a un Bocchi que está buscando a sus amigas, la enfrenta, la “súperfuerte” Sotoka le dice que quiere dejar de ser su aprendiz, y le rebate a Bocchi cuando ésta le dice que si acaso es porque ella es débil, respondiéndole que ella es fuerte, y le recuerda algunas de las cosas que ha conseguido, también le pide graduarse, ya que, basándose en las palabras de Nako, le dice a su maestra que ya le ha enseñado todo y que prefiere ser su amiga que una ninja. Y tal como pasó el día en que Sotoka y Bocchi empezaron a hablar, pero invirtiendo los roles, le pide a Bocchi que abra el shuriken que le arrojó y lea lo escrito en el.

Allí Sotoka le dice que a ella le agrada más Bocchi que los ninjas, y, por fin, Sotoka le pide a Bocchi ser su amiga, generando la alegría en su anteriormente maestra, llevándola a las lágrimas y consiguiendo que se emocione de tal manera que la vemos desmayarse por segunda vez en el episodio. Ya de vuelta en el salón, vemos como Bocchi y Sotoka aún tienen ese problema con la forma en como tratar la una a la otra, pero no le dan muchas vueltas, volviendo al trato original que han tenido estos meses, pero notándose esa pizca de importancia que tiene el hecho de que ambas se consideren amigas, hasta tal punto que Sotoka ha cambiado su peinado, pero siguen jugando de la misma manera, dándole la impresión a Nako de que las cosas no han cambiado, pero Aru se encarga de bajarle importancia al asunto, diciéndole que ellas parecen muy buenas amigas, finalizando así este emotivo episodio.

Tío Efe ¿Qué le pasó después de la primera mitad del episodio? ¿Se nota un cambio en la narrativa? No creo, debo estar loco. El episodio me encantó, o sea, ya es amiga de las chicas más kawaii que han mostrado en este anime, las tímidas del primer episodio, no voy a saber cual es cual hasta leer el manga, supongo, creo que ya he visto muchas veces esa escena y lloro siempre que la veo, pero es de alegría, porque ocurren muchas cosas buenas. ¿Escucharemos en los últimos episodios decir a Bocchi “Rakita-chan”? Espero que sí. Bueno, yo me despido, ha sido un gusto escribir este artículo y espero que hayan disfrutado este episodio tanto como yo, nos reencontramos la próxima semana, adiós.