Gunjou no Magmel capítulo 7

¡Uy! Un capítulo más entretenido de lo habitual es lo que nos han dado la semana anterior en Gunjou no Rancagua, un capítulo de malvaviscos y nos presentan al nativo de Rancagua, con el espectacular regreso de Emilia, como la mujer que acompleja a Zero; Owens, como el tipo que lo arruina todo; el padre de Emilia, como el cliente tan encalillado con alguien con CAE; y los ya clásicos carne de cañón que vienen a morir por las malas decisiones de Owens, todo eso y más en este artículo que comienza a continuación.

El capítulo comienza con una empresa dirigida por Owens hacia el octágono mágico de Rancagua, un lugar de donde se saben de muchos accidentes, donde ningún helicóptero que haya entrado ha podido salir, y la misión que tiene esta empresa es averiguar la causa de estos accidentes, y, por supuesto, con esta información conseguir un beneficio para la empresa Estrella Polar. A esta empresa lo acompaña Emilia, la hija del dueño, algo que no estaba en sus cálculos, al igual que el hecho de que el helicóptero en el que vieja se convertirse en uno más de los accidentados de este sector de Rancagua.

Por otro lado, en su oficina, nuestro protagonista se preocupa de sus comidas diarias, de las cuales Zero está a cargo, quien, con el poco presupuesto que tiene, solo pudo conseguir malvaviscos, que pena, algo que Inyo no ve con muy buenos ojos, pero un cliente llega a irrumpir la paz de esta amena conversación, y es un rostro conocido, el padre de Emilia, la chica que vino en el capítulo dos a pedirle que rescatase a su padre, ahora la situación se invierte. El cliente le cuenta los detalles de la situación, Inyo encuentra que le falta algo más que soltar al viejo, pero solo le dice que la tarifa será el triple de lo cobrado la vez pasada, ya que al cliente se le ocurrió acordarse de Shuin.

De vuelta en Rancagua, Emilia decide salir a explorar, diciéndole a Owens de que si las criaturas son tan hostiles como él cree, estas ya hubiesen atacado al helicóptero caído. En su paseo se encuentra con un extraño ser, que demuestra tener mucho poder, y al parecer pudo interactuar de buena manera con él. Ya de vuelta, Owens se alegra de que este sana y salva, y le cuenta de que un equipo de rescate viene a por ellos, pero solo termina alarmando a Emilia, ya que Erin sabe detesta las armas, por lo que la estupidez de Owens le costará la vida a todas esas personas.

Erin y las criaturas que defienden el territorio rancagüino se encargan fácilmente de todos los helicópteros que vinieron al rescate, sin sufrir ningún daño, todo esto ante la mirada de una entretenida Zero, quien parece estar viendo alguna película. Esto provoca que Owens despliegue la fuerza terrestre que tiene, y todavía no entiende este culiao que lo único que hace es mandar animales al matadero, y Emilia corra tras ellos para detenerlos. Erin sale al encuentro de los hombres armados y, en un dos por tres, les bota de las manos las armas que llevan con ellos, esquivando cada bala que dispararon y demostrando su gran poder al recibir un bazukazo y salir sin daños.

Los soldados, asustados, retroceden, y esta parte me dio mucha risa, porque soy un mal pensado de mierda, solo miren el rostro de Emilia en el minuto 13 con 44, y se reagrupan con Owens. En eso, llega el padre de Emilia, quien saltó junto con Inyo del helicóptero de este último porque Erin lo destruyó. ¿Y por qué Erin atacó al helicóptero? Porque el vergas llevaba un arma consigo, ahora le debe un helicóptero a Inyo, o sea, sin helicóptero no hay rescate. Se produce el reencuentro de padre e hija, ella le dice que Erin no es malo, o mala, pero su padre le dice que no tiene de que preocuparse, Inyo se hará cargo.

Entre medio de la escena de la llegada del padre de Emilia y la destrucción del helicóptero de Inyo tuvimos un monologo de Emilia en el cual se nos explica acerca de los Inyo, y que se han descubierto treinta de ellos. Volviendo con la acción, Inyo y Erin se enfrentaran en un entretenido combate que durará algunos minutos, más de los que han durado los de otros capítulos, con un Inyo wins lol, pero que nos dejó el gustito de que no fue una victoria fácil.

Pese a la preocupación de Emilia, ellos no se hicieron daño en esta pelea, así como las falsas de la lucha libre, y la mujer estaba preocupada porque Inyo hubiese matado aquel ser que solo quiere vivir en paz, pero, para su sorpresa, solo fue golpeado por una pila gigante de malvaviscos. Ya finalizando el episodio, Inyo conversa con Erin, le dice que espera que entienda que él no es su enemigo y le promete que no volverá a sus tierras, cosa que alegra a Erin, quien se ve que está disfrutando de los malvaviscos, alentado desde las gradas por Zero. Inyo recalca una cosa más, y es la de que Erin no será el único enemigo que tendrán si la promesa que realizo se ve rota.

Muy buen capítulo, entretenido el detalle de que las ranas se hayan vuelto adictas al malvavisco y no les guste que menosprecien aquellas dulces sustancias, pareciendo una secta, si no te les unes, pues te comen como lo hacen con Aqua y Megumin en Konosuba. En fin, me reí bastante, y lo agradezco, también aprovecho de recordarles que pueden seguir el Facebook de Taberna, dicho esto, me despido, esperando que les haya gustado el capítulo tanto como a mí, nos reencontramos la siguiente semana, adiós.