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En éste sitio puedes encontrar mis reacciones a los capítulos de animes que se transmitan de forma semanal durante la actual temporada de otoño, y futuras venideras, al igual que, eventualmente, de OVAs, películas y anime que ya ha finalizado su emisión, tanto de éste año como de años anteriores, en un comodo, culto y formal lenguaje chileno.

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No me queda más que repetiros la primera sentencia, BIENVENIDOS

miércoles, 15 de mayo de 2019

Gunjou no Magmel capítulo 6


Sexta semana de lanime de Rancagua, un capítulo de flashback, si bien, la semana anterior dije que estaba entusiasmado por ser un capítulo sobre Shuin, debido al título, me lleve el chasco que el capítulo principalmente de las recordar el trauma de Inyo en torno a tener mascotas, por lo que le pido disculpas por el hype no correspondido y por que sea solo la historia detrás de las insignias en el sombrero de Inyo, aunque no es mi culpa.



El capítulo comienza con Inyo y Zero, en los sillones, la chica ve videos de gatos mientras el angler vegeta, recordando viejos tiempos, en eso, sus sueños se ven interrumpidos por los entusiasmados comentarios de Zero sobre el video del gato, y tras verlo, decide que es momento de tener una mascota, un gato. Inyo rápidamente le dice que no puede, porque los odia, Zero argumenta que los gatos curan los males e Inyo le dice que es todo una conspiración, al final terminan hablando de la gorra del angler, lo que no trae los mejores recuerdos para el muchacho, pero bueno, se dispone a contarle a Zero de todas maneras.
Inyo empieza sus recuerdos, de cuando vivía en Rancagua, algún encuentro con un monstruo del cual Shuin se hace cargo, pero Inyo quería hacerlo, igual que pendejo prematuro, pero bueno, reclama que siempre lo trata como niño, y bueno, lo es, pero el ya lleva viviendo más de un año en Rancagua, lo que al parecer lo hace más apto que cualquiera de los hombres que yacen muertos en el camino.



Entre esa masacre, encuentra a un pequeñin, especie de perro con cabeza redonda, con un par de cachos en su cabeza, el cual lleva a casa al ver que es dócil, lo apoda Toto y le pide permiso a Shuin para adoptarlo, consiguiéndolo. Un día, mientras hacia una insignia para Toto, se corta el dedo, alertando a Shuin, pero el insidente no pasa a mayores, el se encarga de confeccionar un par de insignias y le regala la gorra que vemos usar actualmente a Inyo.
Él y Toto pasan sus días compartiendo, Inyo intenta enseñarle a traer la vara, o que lo acompañe al rio, pero no consigue que su mascota lo apañe, pero ya con el paso de los días, eso se va remediando. Un día, mientras Inyo y Toto exploraban, encuentra a una persona herida, él está atrapado en una trampa para osos, y Toto, al ver la sangre, se emociona. Inyo y el cazador conversan, él se da cuenta de que puede llevar alguna especie animal capturada y la libera, no viendo lo que hace su mascota, Toto lame la sangre mientras discute con el cazador.



En eso, ambos se dan cuenta de que Toto está temblando de forma extraña, está digievolucionando, y se ha convierte en un monstruo grande. Toto acaba rápidamente con el cazador y se lo come. Cegado por la sed de sangre, el monstruo se dispone a atacar a Inyo, siendo salvado por poco, por Shuin, este ultimo quería hacerse cargo del monstruo, mientras conversan, le explica a Inyo como y porque se transformó, además de que no hay forma de volverlo a su anterior forma.
Esta vez Shuin le deja hacerse cargo del monstruo, tras Inyo habérselo pedido, crea una espada con Lacto y se dispone a atacar a su antigua mascota, pero no le va bien al principio, y luego de soportar los ataques de la criatura, Inyo crea una segunda espada y lo acaba, poniéndose a llorar por los buenos recuerdos que tiene de la pequeña criatura que fue su mascota.



Ya atardeciendo, Inyo ha terminado la tumba para Toto, recibiendo el conforte de Shuin, este le entrega el collar que usaba su mascota, terminando así de contarle la historia a Zero, quien entiende que su maestro le pida un tiempo para poder superar su trauma y así dejarle adoptar una mascota. En eso, llega un cliente, es una niña pequeña, quien ha perdido a su mascota, Ruka-chan, muy munchkin, e Inyo, por empatía, decide tomar el caso, y mete las patas llamando gato al perro de su clienta, terminando así el episodio.



Después de todo no fue un mal capítulo, mejor que el anterior, pero no era lo que esperaba, si bien, vimos más de Shuin que en el resto de los capítulos, no se habló casi nada de la misteriosa figura que algunas personas nombran ocasionalmente. Yo procedo a despedirme, nos reencontramos la siguiente semana, adiós.

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