Tensei shitara Slime Datta Ken capítulo 12

Llegamos a la mitad de la temporada del anime de nuestro slime favorito, y como tal nos han de dar un capítulo a todo cachete, o eso esperaba, pero no es más que la antesala a una gran batalla que se vendrá ¿Nos cambiaran el opening y el ending la siguiente semana o esperaran a 2019? ¿Gabil puede ser más pelmazo? ¿Laplace, dos veces en una temporada nos van a meter a Laplace (ya se que son distintos animes)? Bueno, todas estas preguntas y más surgen al verse éste episodio.

El capítulo comienza retomando la escena final del episodio anterior, donde una dríade visita la sala de reuniones de la aldea goblin, con permiso del slime, quienes reciben la confirmación de que el gran enemigo a derrotar es el Orc Lord, que comanda un ejército de 200000 orcos. La dríade busca que el ser más poderoso del Gran Bosque de Jura le jure que derrotará a la temible bestia legendaria, ya que, aunque ellas puedan impartir castigo divino, no son capaces con un ejercito de tal tamaño, por lo que serían presas del miedo y de aquel ejército. La dríade, además, le presenta información vital para entender la situación y del porque del desplazamiento del ejército orco, Orc Lord posee la habilidad única hambriento, la cual, funciona de manera similar, o casi igual, a la de depredador, solo que ésta genera una maldición en el portador de la habilidad, tener un hambre insaciable, ya sea física como de poder. Por lo que entiende del porque van a por las razas superiores del bosque, como los ogros o los lizardoman, van a por su poder, luego de ellos, los siguientes en la mira del Orc Lord sería éste pueblo, ya que no solo cuenta de trasgos, sino los Kijin y por supuesto, el gran Rimuru. 

La dríade vuelve hacerle la petición de que se encargue del Orc Lord, mencionando un par de detalles que lo hacen pensar que las dríades saben más de lo que dicen, de verdad están enteradas de todo lo sucede en el bosque. A lo que, de verdad debe poner a colación un tópico importante, la cantidad de soldados que tiene el bando rival, se replantea la idea de que de verdad están obligados a formar alianza con los lizardoman, pero no quiere tratar más Gabil, por lo que, al escuchar esto, sale al rescate de su amo, Souei puede interceder y conseguir una audiencia con el jefe de los lizardoman, a lo que Rimuru termina complacido y espera que el jefe de ellos no sea como Gabil.

#NoHomo

Y hablando del rey de Roma, Gabil despierta tras la paliza recibida por parte de Gobta, sus subordinados se alegran de su despertar, sobretodo uno, que en realidad no es su subordinado, más bien, es un emisario de Gelmud, Laplace, quien azuza a que las cosas conspiren en favor del avance de las fuerzas del Orc Lord, a sabiendas de la impetuosidad del lizardoman, hace que éste vaya a reclamar el trono de los regentes del pantano.

En la sala del trono de los Lizardoman reinaba la incertidumbre, el Rey sabía que la fuerza actual con la cuenta no es capaz de soportar la batalla contra 200000 efectivos del bando rival. En eso aparece el emisario de Rimuru, Souei, quien anuncia su llegada para transmitir el mensaje de Rimuru, aquel que le fue solicitado por las mismisimas dríades que acabara con el Orc Lord, solicita la alianza con el pueblo de los lizardoman, para la subsistencia de ambos. El rey, luego de reconocer que no conoce ni ha oído hablar de ningún Rimuru, reconoce la fuerza del personaje que tiene enfrente, el le explica que evolucionó, de Ogro a Kijin, gracias al nombre que recibió por parte de Rimuru, a lo que el rey deduce que su amo es mucho más poderoso que los Kijin. El solo aceptará si conoce en persona al amo del Kijin, quien acepta la solicitud del rey, pactando una audiencia en 7 días más, y recomienda que solo se enfoque en defender. El rey hace el anuncio entre sus hombres.

Tras haber transcurridos 4 días, hace su regreso Gabil, quien reporta el haber reclutado a 7000 goblins en total, lo cual son cuentas alegres para el viejo lizardoman, pero Gabil, al ver que la táctica es solo defensiva y que deben esperar la llegada de refuerzos, realiza su movida, produciendo un alzamiento y tomando el poder. Su padre junto a su hermana son encarcelados, junto a los lideres de las otras aldeas, estando él al mando decide tomar la ofensiva, la cual hubiera sido una muy buena táctica ante cualquier otro rival, excepto los orcos comandados por el Orc Lord, quienes, mientras tengan cadáveres de los cuales alimentarse, no les importa si son aliados o enemigos, para ellos es poder y se le pone cuesta arriba la situación a Gabil.

Y así finalizó el capítulo, en realidad se me hizo corto, dividido en dos partes muy claras y una previa un poco sosa, si bien, la muestra de lo enterada que están las dríades de todo fue realmente impactante, no consiguió que durara todo el episodio y si bien, Gabil no es un personaje que nos desagrade del todo, es el pelmazo que le podemos atribuir que las cosas se encuentren en un estado total de caos y desastre al séptimo día, el título del siguiente episodio es prometedor, por lo que espero con ansias su llegada, y bien, sin más, me despido, hasta la siguiente semana.