En el hospital, ella no sabía porque estaba allí, su hermano, que la está cuidando, le explica que se desmayó en casa y la trajeron en ambulancia, Mai y su hermana vinieron y ayudaron a cambiarle ropa, junto a una enfermera. Le hacen unos exámenes y le darán el alta a la mañana siguiente, o tarde, no se, Sakuta solo comenta eso mientras se reporta con Mai, además de informarle que Kaede puede que recupere prontamente sus recuerdos, el desmayo es señal de aquello, la aludida escucha todo a la vuelta de esquina, la hermanita se entera que de ser así perderá sus recuerdos actuales, un reemplazo de "Kaedes" por así decirlo.
Mientras esperan su transporte para ir a casa, Sakuta pregunta que es lo que más quiere en estos momentos Kaede, ella explica que, después de insistir con lo del pudín y descartar como primera opción la visita a los pandas, lo que más le apremia es completar su lista, ir a la escuela, está decidida en ello. A la noche, después de dejar a Kaede durmiendo, supongo, se reúne con su padre, igual la situación es delicada, por lo que debe informarle a él también sobre lo enterado en el hospital, además de compartir con él los deseos de Kaede y se siente responsable de querer cumplir el deseo de su hermana. Su padre solo escucha y se lo deja en sus manos, confiando en el muchacho como lo ha hecho con el cuidado de su hija durante todo éste tiempo, pero, antes de terminar la reunión, le hace una solicitud bien particular, pero nada extraña, quiere conocer a la mujer con la que está saliendo.
Al día siguiente va a despedirse de Mai, viaja por trabajo, Mai le dice que lo llamará a diario, le recuerda que estudie, y se queda con la hermana de Mai,
Pasamos de lo anterior y volvemos a centrarnos en las misiones de Kaede, la principal de momento, ir a la escuela, durante la tarde reciben la visita de la consejera escolar de la secundaria donde iba Kaede, Tomobe-san le recomienda algunos pasos a seguir para poder ir a la escuela, ir de a poco, segmentar la ruta a la escuela en tramos, y si no se siente lista para ir a la sala de clases siempre puede ir a la enfermería, ella le avala de que eso contará como ir a la escuela para que lo tache de su lista. Llega el día de la prueba de fuego, 23 de noviembre, temprano en la mañana, llegan a una intersección con semáforo peatonal, y pasan por la vereda del frente un par de chicas riendo, asustando a Kaede, Sakuta la calma, le dice que no se ríen de ella, con una pequeña broma para que se distraiga, pero no lo consigue, si bien, Kaede por fuera trata de lucir tranquila, el brazo con que sujeta a su hermano tiembla demasiado, por lo que deciden dejarlo hasta allí el día de hoy.
Siguiente intento, 26 de noviembre, Kaede y su hermano están en el ascensor, la presión que siente Kaede, autoimpuesta, se empieza a notar, los moretones en el cuello de la chica. Sakuta nota esto y le dice a su hermana que mejor se tomen el día libre, que vayan a pou pudín, pero ella, o a sabiendas de lo que se venía o realmente su determinación para realizar sus metas era mucha, no quiere hacerle caso a su hermano, por lo que parte corriendo a emprender la ruta hacia la escuela. Pese a Sakuta pilla a su hermana a la salida del edificio y le pide que se tome las cosas con calma, ella no quiere, se desprende de su hermana y toma su rumbo, dándole una clave importante a Sakuta para que la entienda, él se da cuenta que su hermana ha sabido de su condición todo éste tiempo, de lo que le decretaron en el hospital tras el último desmayo. Ya en el semáforo donde pusieron fin el día anterior a la práctica, vuelve a sentirse de la misma forma, tras notar la mirada de otra chica que asiste a la preparatoria, terminando en llantos de frustración por la colisión de dos fuertes pensamientos, el deseo de ir a la escuela y cumplir sus metas con el sentimiento de abandonarlo todo y ceder a sus miedos.
Aquí es cuando Onii-chan viene al rescate y toma la batuta, lo que le dijo a su padre, que se encargará de cumplir el sueño de su hermana, le pide que se calme, que él la ayudará a que vaya a la escuela, que primero debe descansar y luego podrá seguir intentándolo. Por lo que le pide paciencia, que se esfuerce, ya que al lugar al que van es nuevo, y bueno, la gente le asusta a Kaede, al igual que lo desconocido, pero hace su mejor esfuerzo y cuando ya terminan el viaje en tren, al poco andar, siendo casi medio día, su hermano la lleva de paseo a un zoológico.
Después de maravillarnos con los pandas, admítanlo, la escena es maravillosa, Kaede entiende que todos la tienen difícil en ésta vida, y tras contemplar a los pandas siguen con los demás animales del zoo, ven elefantes, tigres, jirafas, osos polares, suricatas, capibaras, y bueno, más pandas, pero los rojos. Estuvieron toda la tarde, la chica se entretuvo y se pudo distraer de sus preocupaciones, el viaje fue tanto un premio como una especie de terapia para la joven, por lo que el siguiente paso en el plan de su hermano podía realizarse sin contratiempos. Antes de tomar el tren de retorno a casa, Sakuta le hace entrega de un regalo, un pase anual para el zoológico, si, Kaede-chan podrá venir a ver todos los días los pandas, una motivación suficiente para darle ánimos a su pequeña hermana en seguir cumpliendo sus metas. Mientras salían de la estación, Kaede ve su oportunidad, ve un puesto de pudín y decide ella comprar está vez, cumpliendo una meta más de las que se propuso,
Y bueno, no todo lo bueno es para siempre,
Varios terminamos con una expresión parecida. |
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