Machikado capítulo 3

De vuelta una semana más con Machikado Mazoku, su tercer episodio. Entretenido capítulo en que nuestra un nuevo día en la vida de Shamirin, con la participación de Lilith, su ancestro, y una práctica a más no poder de Shamiko con su jurada enemiga, Momo, quien le enseña el como usar un arma, nos dieron muchos momentos kawaii.

El capítulo comienza con Yuko, durmiendo, quien es visitada en sus sueños por su ancestro, Lilith, la misma demonio que vimos en el primer episodio. Escéptica, Yuko decide no prestar atención y volver a dormir, generando el enojo de su ancestro. Y bueno, cuando Shamiko se convence de que está hablando con Lilith y no lo sueña, le hace una importante pregunta, si alguna vez han podido ganarle al Clan de la Luz, pregunta que Lilith evade olímpicamente.

La demonio le explica a Yuko que en realidad ella está interfiriendo con el subconsciente de la chica, pero le deja creer que en realidad entró en su sueño, ya que estima que es más fácil de comprender para su descendiente. Yuko le pregunta el motivo de su visita, y Lilith empieza a soltarlo todo, que desde que Yuko se ha convertido en una chica demonio ha estado observando su progreso, y le da pena, a penas le da 5 puntos de 100, causando la alegría de Shamiri, algo que molesta aún más a Lilith.

Como dije, Lilith soltó todo contra Yuko, y se queja de cada una de las cosas que le molestan de ella, como su falta de talento, el principal problema, que es débil de corazón, o sea frágil emocionalmente, no es que Yuko posea una afección cardiaca ni nada por el estilo, también le pide que gane más resistencia, coma más, la wea cruel,  que no se rinda tan rápido, yo creo que tenía un montón más de cosas por decir, pero le ganó la sed a Lilith, por lo que saca de los recuerdos de Yuko la wea mala esa una bebida que se tomó el otro día cuando salió con sus amigas y empezó a beberla y, al igual que su descendiente, tosió por las burbujas.

Tras eso, Lilith se dispone a explicarle un par de cosas, como lo es el poder de comunicarse con el resto de los descendientes que ha tenido el clan, que una vez roto el sello del Clan de la Luz es una tarea trivial para ella llegar hasta ellos, pero, por alguna razón, conectar con Yuko es bastante más arduo, por lo que le ordena que haga una antena junto a su cama para lidiar con la mala señal.

Y como por arte de magia, empiezan a tener problemas con la comunicación, la señal se cae, ya que la madre de Yuko está intentando despertarle, aunque por un momento se intentó reestablecerlas, por el deseo de Yuko de seguir durmiendo, pero finalmente cede ante sus amados panqueques, pero no se fue sin antes escuchar lo último que debía decirle su ancestro. Ella le dice que debe de anotarlo en cuanto se despierte, ya que, por el trance, su memoria es inestable, ella le dice dos cosas principalmente, primero, que le ofrezca delicias y revistas como tributo a la estatua, y, por último, que no siga usando a la estatua para cubrir la tapa del ramen instantáneo.

Finalmente, Lilith se retira, ya que comprende la importancia de los panqueques, haciendo que Yuko crea definitivamente que ella es su ancestro. Yuko, al despertar, corre rápidamente en busca de papel y lapiz, y cuando se disponía a anotar lo que Lilith le pidió, su madre le interrumpe, ordenandole que anota la lista de compras, terminando en una confusión y no recordando lo que se supone debía hacer en primera instancia. Luego de eso, Shamiko desayuno, pero los panqueques no eran lo que esperaba, por lo que, antes de continuar con ellos, decide ser proactiva y lavar su uniforme escolar, refregando la mancha de gaseosa de la otra vez, pero bueno, es nuestra Shamirin, y aunque tenga las intenciones de hacer algo bien, no le sale, por lo que arruina su uniforme, no leyendo las instrucciones que trae la etiqueta, haciendo que este se achique, generando el enojo de su madre.

A la mañana, en la escuela, Shamiko le explica a su amiga porque vino con ropa de gimnasia, cuando de la nada aparece Momo, quien le ofrece el uniforme que ella tiene de repuesto, pero este le queda grande, haciendo que Momo salga con sus comentarios que dañan la autoestima de Yuko. Prometiendo lavarlo para devolverlo cuando ella tenga su uniforme nuevo, acepta las palabras de Momo como un desafío más que ella le impone.

Ya en casa, se ve a Shamiko practicando el lanzamiento de bolas de papel contra un teru teru bozu con la forma de Momo, a lo que su madre le alaba el como le quedó, pero eso no le detiene de decir que a su hija el talento la abandonó, por lo que Yuko trata de explicar el porqué de su actuar, siendo ayudada por su hermana, complementando con algo que ya se ha oido mucho en los capítulos anteriores, que use proyectiles.

Así que, a la mañana siguiente, la vemos sobre una silla, en la escuela, con una metralleta hecha de palos de helado y elásticos, así, como buen chico gringo preparado para realizar un tiroteo, aparte de verse de lo más kawaii con la ropa grande. Yuko se queja de que es mejor no tener cerca a Momo, ya que siempre le hace caer en sus artimañas, terminando en una situación loca junto a ella, y se da cuenta de que Momo le intenta levantar la falda en ese preciso momento.

Momo se excusa de que ella solo le está tomando las medidas para ajustarle el uniforme, ya que prefiere que le calce bien a que la sigan tratando como niña de preescolar. Y sacando su set de costura, se pone manos a la obra, mientras se inmiscuye en la conversación que Shamirin tenía con sus amigas, explicándole el porqué le concierne el tema, ya que ella va a ser la víctima, excusas vergas, y termina convenciendo a Yuko de que debe de acompañarle después de clases, asegurándole que con su opinión conseguirá un arma increíble.

Sorprendida por las destreza que muestra la chica mágica al coser, ella le alaba, escuchando de Momo que ella tuvo que aprenderla ya que, una vez que sale del modo de chica mágica, los daños quedaban en su ropa, por lo que estimó que era algo util de adquirir, seguido de eso, Yuko le pregunta si acaso es tan buena cocinando como remendando, a lo que Momo busca salir por la tangente, recibiendo un comentario de esos que se asemejan a los que ella da, una cucharada de su propia medicina.

Y, después de la escuela, llegan a un sitio con edificios abandonados, es una fábrica que Momo compró luego de haberle acertado con uno de sus ataques tiempo atrás. Centrándose ya en Yuko, Momo le dice que no le dejará ir a casa hasta que logre disparar algo, haciendo que la práctica comience de ésta forma. Ella le dice que debe lograr proyectar su magia, que las bandas de gomas son inútiles, y le confiscó el arma creada la noche anterior por Shamiko.

Buscando que utilizar como blanco, Momo se centra en la estatua que Shamiri lleva, a lo que Yuko se niega, pero imagino que se harán una idea de quien termina convenciendo a quien para lograr lo que quiere, así que después vemos a Momo buscando un arcane focus para que Momo logre utilizar su magia, el arcane focus es una herramienta mágica que permite canalizar la magia en tu interior y así poder proyectarla al exterior y utilizarla de manera eficiente, un ejemplo son las varitas mágicas, por lo que le termina prestándole a Shamirin su vara.

Pero, como vemos, Momo es incapaz de proyectar algo, aunque lo intente con todas sus ganas, ella no puede, por lo que Momo le asiste, preguntándole por algún fuerte sentimiento que le domine, como el de aplastarlo todo o dominar el mundo, cosas típicas de los malulos, a lo que Shamirin contesta que no siente nada parecido a ello, confesando que tiene hambre, quedando en ridículo frente a Momo. La chica mágica le explica que la vara reacciona a los sentimientos innatos de su corazón, por lo que le pide que se enfoque en ellos para que la varita funcione, y una palabra clave le ayudará a desbloquear todo su poder, enseñándole la que ella usaba en su periodo de actividad, me alegró la vuelta de la voz de Aru.

Siguiendo con el entrenamiento, Momo distrae a Yuko confesando el hecho de que la está vigilando, por si pierde el control, pensando en que, como despertó sus poderes demoníacos, tendría al menos uno o dos ataques. Y cuando le pide que convierta sus sentimientos en algún nombre para un ataque, termina enojandose con la chica demonio, ya que ella solo piensa en comer, nombrando a su ataque como algunos locales de comida. Y finalmente consigue hacer que Shamiko se centre en el entrenamiento, prometiéndole premiarla con un filete 100% de carne, algo que debieses haber hecho desde el principio Momo.

Con la promesa en mente, Yuko se esfuerza, verbalizando cada sentimiento que cruza en su interior, teniendo uno solo resultado, adivinen, el poder de la amistad, aunque sea de poca intensidad, Shamirin consiguió materializar su poder, activando la vara, y emitiendo una pelotita de energía, o magia, de lo más kawaii, la cual, al poco andar, busca regresar donde su ama, haciendo que Yuko de por terminada la sesión de entrenamiento, devolviendo la vara y saliendo arrancando de su poder. Momo se le une a lo poco que empezó a correr, cuando Yuko le pregunta porqué le sigue, Momo le responde a Yuko con las palabras del sentimiento que ella usó para activar su magia, y todo termina con la bolita regresando al cuerpo de su dueña y con las dos chicas corriendo hasta el siguiente puenta para regresar a sus casas, finalizando el episodio.

Que buen episodio el de la semana anterior, muchas risas, mucho kawaii, cumpliendo a la perfección este anime, espero poder algún día el "Fresh peach heart shower", uno de los animes que más recomiendo ver en esta temporada de verano, y, tal como dice el narrador, ganbare Shamiko, yo se que tu puedes. Nos reencontramos la siguiente semana, adiós.