El día de hoy tuve la increíble dicha de poder ir a ver la nueva producción de uno de los animes que más me han gustado en estos últimos 3 años, hablo de la película de Violet Evergarden, Violet Evergarden Gaiden: Eiden to Jidou Shuki Ningyou.
La película se estrenó el año pasado en japón, a finales de la temporada de verano, 6 de septiembre y, por fin, en este presente verano, en el hemisferio sur, se ha estrenado durante este fin de semana en los cines de latinoamérica gracias a Cinépolis y Konnichiwa Festival, cuya proyección dependía del país en el que se realizara, teniéndola en sus salas entre 1 y 3 días.
La historia que nos cuentan es preciosa, trata de como Violet se relaciona con dos hermanas que, por una complicada situación, no pudieron continuar viviendo juntas. Nos muestran hechos que ocurren en distintos tiempos, la primera mitad meses antes de que Isabella York se gradue de una exclusiva escuela para mujeres que las preparan para la vida en la alta nobleza, a Violet se le contrata para que pueda, en un plazo de 3 meses, formar correctamente a Isabelle, quien de por sí tiene que superar un par de trabas, como su condición física y su completo desinterés por pertenecer a esta esfera social.
Durante ese periodo, Violet e Isabelle entablan una amistad, llegandose a conocer y forjar lazos lo suficientemente fuertes como para que la auto memory doll sea capaz de cumplir su objetivo, además de poder ser considerada para confiarle su pasado, revelando que tiene una hermana menor, cerrando con el sello clásico de este anime, la redacción y la entrega de una carta. Esta primera mitad equilibra bien los momentos de humor con la simpatía e inocencia que nos ofrece Violet con sus reacciones ante todo lo social que le acontece y desconoce, además del toque emocional que nos ofrecieron en los momentos en que Isabella fue capaz de abrirse a Violet.
Luego, como vimos durante la primera mitad, Taylor toma el relevo de su hermana mayor, ganando protagonismo y mostrándonos la misma buena combinación de humor y emocionalidad por parte de las situaciones generadas por la inocencia de esta pequeña que viene por primera vez a la ciudad con un solo objetivo en mente, volverse una cartero y repartir felicidad al mundo, la misma que le llevaron cuando le entregan la carta de Isabella.
La película tiene un final feliz que me dejó muy contento, la disfrute mucho en su conjunto, los colores utilizados, los detalles en los escenarios, los personajes, desde los nuevos como Isabelle y Taylor, hasta el mal sempai que es Benedict, el mencionar historias ocurridas durante los episodios de su temporada en 2018, además de ser muy emocional, les mentiría si les dijera que no me sacó más de una lágrima, y como pasó con otras películas de anime que he visto en el cine, el audio envolvente es totalmente espectacular, al igual que la canción de cierre, Amy de Minori Chihara, un excelente aditivo, convirtiéndola en una experiencia totalmente recomendable, quizás ya no se puede repetir para esta película, pero hay planes de traer otros éxitos de Japón, como Tenki no Ko, así que, si te perdiste esta oportunidad, no la dejes pasar en el futuro. Esperando que este artículo haya sido de tu agrado, nos reencontramos pronto, adiós.
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